estaba trabajando cuando recibí los resultados de la última tomografía (tem en jerga médica). abrí el informe tranquila. me estaba sintiendo bien, todo debía estar en orden. no fue asi, sin embargo.

el cangrejo, en su errático rumbo, había decidido buscar alojamiento en mis dos pulmones. un nódulo en cada uno. la rutina laboral seguía, con el ritmo exigente de los días de cierre. traté de disimular, puse la mejor cara que pude, saqué cita con el doc para el día siguiente y decidí no torturarme más. (mentira).

el doc me mandó a otro doc, un experto en pulmones. ese doc me mandó a chile. ¿parece fácil, no? son muy graciosos los docs. pues hubo que viajar a chile, a la fundación falp, único lugar en sudamérica donde se hace un examen que - otra vez en jerga médica - se llama pet/ct. algo así como un escáner en 3d de todas tus anomalías.

para llegar a chile hay que pasar por dos aeropuertos y meterse a la cabina de un avión. un asco.  los aviones se han convertido en combis aéreas y, en estos tiempos de virus, fue fantástico comprobar que a nadie, en los lugares más tóxicos , le importa el tema de la gripe.  todo huele a gripe, pero no hay nada que hacer, sólo respirar , cruzar los dedos y alejarse de toses y estornudos mientras las azafatas, lindas ellas, te ofrecen cabernet sauvignon para acompañar la cena.

a la falp, en la calle rancagua, había que llegar en ayunas. la recepcionista te manda a caja antes de darte los buenos días. si no fuera por mi hermana, que estuvo conmigo todo el rato, hubiera salido corriendo. eso sí, después de pagar , aparecieron las sonrisas y la gente amable. no voy a olvidar al técnico guillermo zapata, quien además de tratarme con delicadeza extrema, me despidió con un dulce de chocolate y manjar "para que no te caigas desmayada".

para el examen te inyectan glucosa con fluor radioactivo a la vena. las golosas células cancerígenas aman el azúcar. entonces, apenas les llega el envío, se lo tragan y luego se pintan. en las placas brillan como luciérnagas.  así brillaban los nódulos , uno en cada pulmón.

así los vio el doc, nuevamente en lima y me dijo que el siguiente paso era ir al doc de la quimio. cosa que hice.  el doc de la quimio me dijo que el siguiente paso era ponerse un catéter -cuesta cinco mil soles - para tener una vía abierta  y  poder, por ahí, meter el veneno (o sea, la quimio) sin quemar las venas. eso ya no lo hice.

fui primero donde sacha barrio. esa visita marca el comienzo de otra historia.

 mientras tanto, sigo trabajando, sin catéter, sin quimio, cada día más fuerte, esperando que llegue de italia el doc que debe sacarme los nódulos... esperando que acabe esta historia de una buena vez por todas.

por otro lado, hoy el mar casi no sacó olitas. ¿escuchaste cangrejo? y te vi muerto, despanzurrado en la orilla.